Hola chicas (y chicos si es que los hay), me he dado cuenta de que no muchos ven Hakuouki debido a que no es fácil conseguir los capítulos. En mi caso, yo lo veo en Good Anime en donde he comprobado que sacan todo casi enseguida de que se emitió en Japón. Hasta el momento van 10 capítulos con sub (la página está inglés, por tanto, los capítulos también u.u) y 2 RAW (el 11 y 12). Me siento inútil al no poder traducir de japonés, ya que las pocas clases que tomé me ayudaron solo para un vocabulario básico que no da para mucho :(
Al parecer va a haber una segunda temporada de Hakuouki (me dejaron llorando con el capítulo, pero celebré cuando vi el trailer de 30 segundos al final) en donde las cosas se van a poner calientes para el fangirleo puesto que nuestros chicos sexy van a usar su uniforme europeo (¡ya era hora!).
Les dejo el capítulo, ¡aguanten las lágrimas!
martes, 22 de junio de 2010
domingo, 20 de junio de 2010
Hakuouki (manga) Jurenka Capítulo 1 (¡ESPAÑOL!)
Muchas se dieron cuenta de que no existía una traducción, yo también busqué alguna, pero no encontré nada, así que pusé manos a la obra. Pronto tendré el capítulo 2, por favor, solo sean pacientes.
Descarga Hakuouki Jurenka 1
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sábado, 12 de junio de 2010
Fanfic (Hakuouki Shinsengumi Kitan) "Monotonía"
Autor: X.x-Anemone-x.X (99-xicequeenx-99)
Capítulos: 1/¿?
Pareja: HijikataxChizuru
Especificaciones: Para todo público, romance, ligero OkitaxChizuru.
Los días han pasado tan rápido que suena imposible contarlos. Uno tras otro como si fueran los pétalos de un árbol de Sakura en una ventisca otoñal.
La rutina se ha teñido de un tinte añejo, como si fuese una fotografía de si misma en sepia.
Las ropas del Shinsengumi continuaban pasando por sus pequeñas manos para ser despojadas del sudor y la tierra impregnados en el campo de batalla. El vapor de las verduras continuaba en sus fosas, siendo evaluado para luego servirlo en plato de porcelana mientras que aquel frio de la habitación continuaba siendo un problema cada noche.
Cuando al recostar su cuerpo en el futón las sombras danzaban para ella, se imaginaba como una de ellas, esclavizada bajo la luz de la luna.
Solo unas noches atrás, llevando la bandeja con la cena de Hijikata-san, le había visto dormido sobre una pila de documentos en su mesa de noche. La luz de las velas comenzaba una inocente travesura en su pálido rostro, arrancándole una débil sonrisa. El viento que se colaba de la ventana mecía sus cabellos azabaches en una danza sensual, iluminados por la plata que caída desde la luna.
Depositó la bandeja en una esquina de la habitación, olvidándose por completo del aroma del té y el arroz hervido. Buscó un cepillo y con suma precaución, desenredó cada hebra negruzca, descendiendo por la inmensa cascada impuesta frente a ella. El cepillo parecía caer del firmamento solo detenido por algunas nubes enmarañadas a su paso, quienes sucumbían rápidamente.
Cuando estuvo segura de que todo estaba bien, mantuvo entre sus dedos la punta del cabello de Hijikata-san, sintiendo su suavidad y captando una débil esencia desprendida desde este. Inhaló el aroma de Sakura profundamente, cayendo en cuenta de que estaba cometiendo un grave error. Se separó rápidamente de Hijikata-san y tras algunos segundos le colocó una frazada en los hombros, pretendiendo hacer más cálido su sueño.
Con su aliento desvaneció la débil llama de las velas, permitiéndole escuchar la presencia del silencio nocturno en su habitación. Abrió la puerta corrediza lentamente, escabulléndose entre las sombras.
Cuando a la mañana siguiente Hijikata-san abrió los ojos con los primeros rayos del sol fingió no haberse percatado de nada la noche anterior.
El tiempo pasó lentamente para Chizuru, quien vio los ojos violetas de Hijikata-san enfocados hacia ella a la hora de la cena. Sintió una puñalada por la espalda, como el niño que es acusado de una travesura frente a sus padres.
Souji notó el como desviaba su mirada hacia el suelo, como si la madera fuese lo más interesante del mundo. Formuló una idea en su mente tras la cual sonrió, levantando la barbilla de Chizuru con el índice y obligándola a verlo directamente.
Yukimura sintió como su pulso se aceleraba y sin poder hacer nada, su aliento se envolvió con el de Okita-kun.
La atención se centró en ellos en tanto el silencio prevalecía. El comedor pareció congelarse en una tormenta de nieve por un instante.
Hijikata-san se levantó de su sitio, jalando a Souji por el cuello. El estruendo de su caída provocó que la madera rechinara como una efímera queja.
—Itai, itai, Hijikata-san.
Cuando Okita-kun levantó la vista, percibió una advertencia clara reflejada en aquellos ojos violetas. Tragó saliva con dificultad, decidiendo por su bien que era mejor mantenerse callado.
Chizuru observó la escena petrificada, no sabiendo como responder o si quiera como recuperar el aliento.
La comida se reanudó con incomodidad con el sonido de los palillos contra la porcelana como único efecto de eco en la habitación.
Poco a poco, el comedor se vació, dejando a tres personas encarándose.
—Souji, Yukimura-kun, necesitamos hablar. —Sentenció con voz grave.
Chizuru sintió un nudo formándose en su garganta tras lo cual asintió, permaneciendo temblorosa en su lugar.
Capítulos: 1/¿?
Pareja: HijikataxChizuru
Especificaciones: Para todo público, romance, ligero OkitaxChizuru.
Los días han pasado tan rápido que suena imposible contarlos. Uno tras otro como si fueran los pétalos de un árbol de Sakura en una ventisca otoñal.
La rutina se ha teñido de un tinte añejo, como si fuese una fotografía de si misma en sepia.
Las ropas del Shinsengumi continuaban pasando por sus pequeñas manos para ser despojadas del sudor y la tierra impregnados en el campo de batalla. El vapor de las verduras continuaba en sus fosas, siendo evaluado para luego servirlo en plato de porcelana mientras que aquel frio de la habitación continuaba siendo un problema cada noche.
Cuando al recostar su cuerpo en el futón las sombras danzaban para ella, se imaginaba como una de ellas, esclavizada bajo la luz de la luna.
Solo unas noches atrás, llevando la bandeja con la cena de Hijikata-san, le había visto dormido sobre una pila de documentos en su mesa de noche. La luz de las velas comenzaba una inocente travesura en su pálido rostro, arrancándole una débil sonrisa. El viento que se colaba de la ventana mecía sus cabellos azabaches en una danza sensual, iluminados por la plata que caída desde la luna.
Depositó la bandeja en una esquina de la habitación, olvidándose por completo del aroma del té y el arroz hervido. Buscó un cepillo y con suma precaución, desenredó cada hebra negruzca, descendiendo por la inmensa cascada impuesta frente a ella. El cepillo parecía caer del firmamento solo detenido por algunas nubes enmarañadas a su paso, quienes sucumbían rápidamente.
Cuando estuvo segura de que todo estaba bien, mantuvo entre sus dedos la punta del cabello de Hijikata-san, sintiendo su suavidad y captando una débil esencia desprendida desde este. Inhaló el aroma de Sakura profundamente, cayendo en cuenta de que estaba cometiendo un grave error. Se separó rápidamente de Hijikata-san y tras algunos segundos le colocó una frazada en los hombros, pretendiendo hacer más cálido su sueño.
Con su aliento desvaneció la débil llama de las velas, permitiéndole escuchar la presencia del silencio nocturno en su habitación. Abrió la puerta corrediza lentamente, escabulléndose entre las sombras.
Cuando a la mañana siguiente Hijikata-san abrió los ojos con los primeros rayos del sol fingió no haberse percatado de nada la noche anterior.
El tiempo pasó lentamente para Chizuru, quien vio los ojos violetas de Hijikata-san enfocados hacia ella a la hora de la cena. Sintió una puñalada por la espalda, como el niño que es acusado de una travesura frente a sus padres.
Souji notó el como desviaba su mirada hacia el suelo, como si la madera fuese lo más interesante del mundo. Formuló una idea en su mente tras la cual sonrió, levantando la barbilla de Chizuru con el índice y obligándola a verlo directamente.
Yukimura sintió como su pulso se aceleraba y sin poder hacer nada, su aliento se envolvió con el de Okita-kun.
La atención se centró en ellos en tanto el silencio prevalecía. El comedor pareció congelarse en una tormenta de nieve por un instante.
Hijikata-san se levantó de su sitio, jalando a Souji por el cuello. El estruendo de su caída provocó que la madera rechinara como una efímera queja.
—Itai, itai, Hijikata-san.
Cuando Okita-kun levantó la vista, percibió una advertencia clara reflejada en aquellos ojos violetas. Tragó saliva con dificultad, decidiendo por su bien que era mejor mantenerse callado.
Chizuru observó la escena petrificada, no sabiendo como responder o si quiera como recuperar el aliento.
La comida se reanudó con incomodidad con el sonido de los palillos contra la porcelana como único efecto de eco en la habitación.
Poco a poco, el comedor se vació, dejando a tres personas encarándose.
—Souji, Yukimura-kun, necesitamos hablar. —Sentenció con voz grave.
Chizuru sintió un nudo formándose en su garganta tras lo cual asintió, permaneciendo temblorosa en su lugar.
Fanfic (Hakuouki Shinsengumi Kitan) "Colegio Shinsengumi"
Autor: X.x-Anemone-x.X (99-xicequeenx-99)
Capítulos: 1/¿?
Pareja: HijikataxChizuru
Especificaciones: Para todo público. Romance, AU, de la mano al videojuego 'SSL' de Hakuouki.
Subiendo una colina en el centro de la ciudad se alza esplendorosa una construcción oculta entre los arboles de Sakura. Se puede ver desde todos puntos de Kioto como una hormiga andante en medio de un campo de flores.
Durante la primavera, un camino de pétalos rosados tapiza el monocromático escenario de la acera convirtiéndolo en un mar delicado por el que las aves surcan dejando sus diminutas plumas.
Ella camina colina arriba, con su nuevo uniforme recién estrenado. Su falda de cuadros se mece al compás del viento dejando ver poco más arriba de sus rodillas. Su playera está hecha de nieve y su chaleco se confundiría en el césped en caso de que se recostará en el. Su cabello se adhería poderosamente a su rostro por lo que tuvo que aprisionarlo por su rebelión en una simple coleta.
La campana entonó su llamado permitiendo al eco expandirse por todo sitio. Apresuró el paso, sabiéndose retrasada en su primer día de clases.
Al llegar al portón vislumbró tres siluetas inmóviles bajo los rayos gentiles de la mañana.
— Por favor Saito-senpai, está es la última vez. —Escuchó. El prefecto guardo silencio, haciendo notas en su libreta. Era totalmente frio y calculador, reluciente en sus ropas recién almidonadas, algo como una especie de aura maligna a plena luz.
—Heisuke Todou, menos dos créditos por impuntualidad. —Apenas levantó la vista de las páginas de su libreta, dirigiendo una mirada penetrante hacia ella.
—Disculpa, soy nueva y no sé en donde se encuentra mi salón. Soy de primer año clase A.
—Comprendo. Todou, son de la misma clase, acompáñala.
Nuevamente escuchó un par de quejas por parte de aquel chico. Al fijar su vista en él se dio cuenta del nerviosismo que aun lo envolvía. Un conejo vigilado por el lobo.
—Vamos. —La llamó, dirigiéndose hacia la entrada al edificio. Hizo una reverencia al prefecto, y se marchó, caminando lo más rápido que sus pies le permitían.
El reloj en lo más alto imponía más responsabilidad de lo que jamás habría imaginado. Un nuevo día comenzaba y supo que al igual que el aire en Kioto poseía una esencia distinta, algo cambiaría, muy radicalmente.
Capítulos: 1/¿?
Pareja: HijikataxChizuru
Especificaciones: Para todo público. Romance, AU, de la mano al videojuego 'SSL' de Hakuouki.
Subiendo una colina en el centro de la ciudad se alza esplendorosa una construcción oculta entre los arboles de Sakura. Se puede ver desde todos puntos de Kioto como una hormiga andante en medio de un campo de flores.
Durante la primavera, un camino de pétalos rosados tapiza el monocromático escenario de la acera convirtiéndolo en un mar delicado por el que las aves surcan dejando sus diminutas plumas.
Ella camina colina arriba, con su nuevo uniforme recién estrenado. Su falda de cuadros se mece al compás del viento dejando ver poco más arriba de sus rodillas. Su playera está hecha de nieve y su chaleco se confundiría en el césped en caso de que se recostará en el. Su cabello se adhería poderosamente a su rostro por lo que tuvo que aprisionarlo por su rebelión en una simple coleta.
La campana entonó su llamado permitiendo al eco expandirse por todo sitio. Apresuró el paso, sabiéndose retrasada en su primer día de clases.
Al llegar al portón vislumbró tres siluetas inmóviles bajo los rayos gentiles de la mañana.
— Por favor Saito-senpai, está es la última vez. —Escuchó. El prefecto guardo silencio, haciendo notas en su libreta. Era totalmente frio y calculador, reluciente en sus ropas recién almidonadas, algo como una especie de aura maligna a plena luz.
—Heisuke Todou, menos dos créditos por impuntualidad. —Apenas levantó la vista de las páginas de su libreta, dirigiendo una mirada penetrante hacia ella.
—Disculpa, soy nueva y no sé en donde se encuentra mi salón. Soy de primer año clase A.
—Comprendo. Todou, son de la misma clase, acompáñala.
Nuevamente escuchó un par de quejas por parte de aquel chico. Al fijar su vista en él se dio cuenta del nerviosismo que aun lo envolvía. Un conejo vigilado por el lobo.
—Vamos. —La llamó, dirigiéndose hacia la entrada al edificio. Hizo una reverencia al prefecto, y se marchó, caminando lo más rápido que sus pies le permitían.
El reloj en lo más alto imponía más responsabilidad de lo que jamás habría imaginado. Un nuevo día comenzaba y supo que al igual que el aire en Kioto poseía una esencia distinta, algo cambiaría, muy radicalmente.
Fanfic (Hakuouki Shinsengumi Kitan) "Pesadillas"
Autor: X.x-Anemone-x.X (99-xicequeenx-99)
Capítulos: 1/¿?
Pareja: KazamaxChizuru
Especificaciones: 18+, terror, romance.
Cada día rezaba a Kami-sama mentalmente desde el primer haz de luz. Sonreía y agradecía la bendición de un nuevo día. Todo transcurría en calma hasta haber pasado el cénit, cuando las sombras se hacían más largas hasta convertirse en tatuajes grabados en el suelo.
Se aferraba a la esencia de la luz hasta que esta caía apuñalada por la belleza de una luna traicionera. Atraparía un millón de luciérnagas para alumbrar la habitación con estrellas para incendiar el miedo, pero ni el más unánime resplandor prevalecería eterno.
Aquellas ánimas infortunadas susurrarían su nombre entre plegarias mientras intentaran sujetar sus tobillos. Se revolvería en el futón, rogando por ayuda. Juntaría las piernas y el torso y sujetaría su cabeza fuertemente con sus palmas intentando contener una migraña.
Una campanada resonaría hueca, llorando con dolor. La luz de las velas se apagaría tras una queja inaudita y las pisadas fuera de la habitación se harían más audibles, las escucharía atentamente, una tras otra en un ritmo perfecto. Luego, soportaría el horror de saberse vigilada por aquel fantasma y dejaría desaparecer todo, como siempre hacia en su pesadilla.
Pero aquella noche a diferencia de las demás, la puerta había sido abierta.
Se levantó del futón con el ritmo de su respiración acelerada y el rocío inundando su frente junto a una sacudida fría descendiendo por su espalda.
Las cigarras entonaban su dulce canción de cuna a media noche y el agua caía al estanque gota tras gota. Tras despertar disfrutó la sensación del algodón acariciando su piel como nunca antes pudo hacer para sumirse en una paz incompleta.
Todo se mantuvo como una simple pesadilla hasta girar la vista al portón. La brisa nocturna entraba sin control refrescando la habitación y la luz de luna mostró una silueta tétrica que permanecía estática.
Caminó adentrándose a la habitación haciendo rechinar la madera. Su cabello se revolvió deslumbrando como oro en un edén prohibido. Sonrió de forma retorcida inclinándose frente a ella, tomando de su mentón con el índice.
—Buenas noches, Chizuru.
La visión se convirtió en neblina de invierno por la que las lágrimas se deslizan fácilmente. El dolor en el abdomen aumenta en exceso y tan solo un carmesí intenso tiñe las memorias drásticamente, el carmesí de aquellos ojos en medio de la oscuridad.
Capítulos: 1/¿?
Pareja: KazamaxChizuru
Especificaciones: 18+, terror, romance.
Cada día rezaba a Kami-sama mentalmente desde el primer haz de luz. Sonreía y agradecía la bendición de un nuevo día. Todo transcurría en calma hasta haber pasado el cénit, cuando las sombras se hacían más largas hasta convertirse en tatuajes grabados en el suelo.
Se aferraba a la esencia de la luz hasta que esta caía apuñalada por la belleza de una luna traicionera. Atraparía un millón de luciérnagas para alumbrar la habitación con estrellas para incendiar el miedo, pero ni el más unánime resplandor prevalecería eterno.
Aquellas ánimas infortunadas susurrarían su nombre entre plegarias mientras intentaran sujetar sus tobillos. Se revolvería en el futón, rogando por ayuda. Juntaría las piernas y el torso y sujetaría su cabeza fuertemente con sus palmas intentando contener una migraña.
Una campanada resonaría hueca, llorando con dolor. La luz de las velas se apagaría tras una queja inaudita y las pisadas fuera de la habitación se harían más audibles, las escucharía atentamente, una tras otra en un ritmo perfecto. Luego, soportaría el horror de saberse vigilada por aquel fantasma y dejaría desaparecer todo, como siempre hacia en su pesadilla.
Pero aquella noche a diferencia de las demás, la puerta había sido abierta.
Se levantó del futón con el ritmo de su respiración acelerada y el rocío inundando su frente junto a una sacudida fría descendiendo por su espalda.
Las cigarras entonaban su dulce canción de cuna a media noche y el agua caía al estanque gota tras gota. Tras despertar disfrutó la sensación del algodón acariciando su piel como nunca antes pudo hacer para sumirse en una paz incompleta.
Todo se mantuvo como una simple pesadilla hasta girar la vista al portón. La brisa nocturna entraba sin control refrescando la habitación y la luz de luna mostró una silueta tétrica que permanecía estática.
Caminó adentrándose a la habitación haciendo rechinar la madera. Su cabello se revolvió deslumbrando como oro en un edén prohibido. Sonrió de forma retorcida inclinándose frente a ella, tomando de su mentón con el índice.
—Buenas noches, Chizuru.
La visión se convirtió en neblina de invierno por la que las lágrimas se deslizan fácilmente. El dolor en el abdomen aumenta en exceso y tan solo un carmesí intenso tiñe las memorias drásticamente, el carmesí de aquellos ojos en medio de la oscuridad.
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